martes, 27 de enero de 2015

EN EL GÓLGOTA


El vendaval hace crujir las cruces de madera clavadas en la cima del monte. Los verdugos ríen, las mujeres lloran alrededor de los tres hombres condenados a la vergüenza y a la humillación.No cesa de llover, truena y la tormenta arrastra el viento. Uno de los crucificados siente que algo roza su cara, la agonía le impide levantar el rostro. Una cucaracha se posa sobre la cabeza del moribundo, trata de abrir las alas queriendo volar, pero una espina  la atraviesa. “Tengo sed”. La cucaracha lo mira con tristeza y herida baja por la mejilla, llega a su  boca, se sacude con dolor  las gotas de agua adheridas en  sus alas  mojan los labios del agonizante. Él sonríe por última vez y  le dice: 


 En verdad, en verdad os digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso